El olfato de los perros es
extraordinario. Es 60 veces más poderoso que el de las persones. Los perros cuentan
con 300 millones de receptores olfativos. En cambio, los humanos sólo tenemos
cinco millones de receptores. Además, al tener la nariz mojada constantemente,
aumenta la eficiencia en la captación de las moléculas del olor por parte de la
mucosa.
Se dice que: “La nariz es la
memoria del perro”. El olfato del perro sirve para procesar la información del
entorno y reconocer los cambios. Incluso los pequeños cambios de olor que
provoca el cáncer.
Los perros son capaces de
detectar una gota de sangre en dos piscinas de tamaño olímpico. Son capaces de
oler las moléculas volátiles asociadas al neoformación que quedan liberadas en
la orina de la persona afecta.
¿Cómo se adiestran los perros
para que detecten el cáncer?
Para el aprendizaje se utiliza
el refuerzo positivo. Es decir, se le hace oler diferentes secreciones de
pacientes con y sin cáncer. Cada vez que detecta un paciente con proceso
neoplásico se le da una recompensa, ya sea un juguete o comida.
En la organización inglesa Medical
Detection Dogs, fundada por la doctora Guest en 2008. Los perros viven en sus
casas con sus amos. De lunes a viernes durante el día van al centro de
investigación y se entrenan para poder discernir entre muestras de pacientes
con cáncer y muestras de pacientes sanos. Se suelen revisar entre 200 y 300
muestras diarias. El entrenamiento dura 6 meses. Las razas más utilizadas son
los labradores y los spaniels (cazadores).
No hay comentarios:
Publicar un comentario